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Endocarditis bacteriana

¿Qué es la endocarditis bacteriana?

La endocarditis bacteriana es una infección del revestimiento interno del corazón y de las estructuras cardiacas internas relacionadas, como las válvulas cardiacas. Esta infección puede producirse en cualquier persona (bebés, niños o adultos) que presente una enfermedad cardiaca al nacer (cardiopatía congénita), o bien puede darse en personas sin cardiopatías. La endocarditis bacteriana no es muy frecuente, pero, cuando se presenta, puede causar lesiones graves en el corazón. Es muy importante evitar esta infección de ser posible.

Causas de la infección

La endocarditis bacteriana se produce cuando las bacterias (gérmenes) entran al torrente sanguíneo y se alojan en el interior del corazón, donde pueden multiplicarse y causar una infección.

En condiciones normales, el corazón tiene un revestimiento liso con estructuras valvulares normales, que dificultan que las bacterias se adhieran. En las personas con cardiopatías congénitas, el revestimiento interior del corazón puede ser anormal, con válvulas más gruesas que se abren cuando no corresponde o presentan fugas. Incluso después de una cirugía, es posible que queden zonas más rugosas por la formación de tejido cicatricial o por los parches quirúrgicos que se usan para redirigir la circulación sanguínea. Estas zonas rugosas dentro del corazón son lugares ideales para que las bacterias se acumulen y se multipliquen.

Cómo ingresan las bacterias al cuerpo

Las bacterias pueden entrar al cuerpo de diferentes maneras. Según la Sociedad Estadounidense del Corazón (American Heart Association, AHA) (solo disponible en inglés), estas son algunas de las formas más frecuentes:

  • Procedimientos odontológicos (incluidas las limpiezas dentales profesionales)
  • Amigdalectomía o adenoidectomía
  • Examen de las vías respiratorias con un instrumento conocido como “broncoscopio rígido”
  • Determinados tipos de cirugía en las vías respiratorias
  • Trastornos crónicos de la piel, infecciones o quemaduras
  • Dispositivos médicos cardiovasculares implantados
  • Consumo de fármacos por vía intravenosa

Factores de riesgo para la endocarditis bacteriana

Cualquier bebé, niño o adulto con una cardiopatía congénita cianótica que aún no se haya reparado puede desarrollar endocarditis bacteriana. Es posible que algunas personas a las que ya se les ha reparado un defecto cardiaco también deban tomar precauciones contra la endocarditis bacteriana durante el resto de su vida, mientras que otras quizá no lo necesiten. Según la Sociedad Estadounidense del Corazón, los siguientes son algunos de los problemas cardiacos que pueden hacer que los niños estén en riesgo de desarrollar endocarditis bacteriana:

  • Válvulas cardiacas protésicas (artificiales).
  • Antecedentes de endocarditis (incluso sin otras cardiopatías).
  • Cardiopatía congénita cianótica compleja, ya sea que se haya reparado o no (debido a la cantidad insuficiente de oxígeno en la sangre).
  • Derivaciones o conductos pulmonares sistémicos construidos quirúrgicamente con defectos residuales en el lugar de un dispositivo o parche protésico, o cerca de él.
  • Disfunción valvular adquirida después de un trasplante de corazón, por ejemplo, por una cardiopatía reumática o una enfermedad del tejido conjuntivo.

Consulte con el médico de su hijo(a) cualquier duda que tenga acerca de los factores de riesgo.

Diagnóstico de la endocarditis bacteriana

El médico revisará los antecedentes médicos de su hijo(a) y le hará un examen físico. También puede indicarle las siguientes pruebas:

  • Ecocardiograma: permite ver la estructura y el funcionamiento del corazón mediante el uso de ondas sonoras que generan una imagen en movimiento del corazón y de las válvulas cardiacas.
  • Hemograma completo (CBC): mide el tamaño, la cantidad y la madurez de las distintas células sanguíneas en un volumen específico de sangre.
  • Cultivo de sangre: identifica el tipo específico de bacterias presentes en el torrente sanguíneo, si es que hay alguna.

Prevención de la endocarditis bacteriana

Ayudar a su hijo(a) a mantener una higiene bucal excelente es un paso importante para prevenir la endocarditis bacteriana. Es fundamental que visite al dentista periódicamente para que le haga controles y limpiezas profesionales. Mantener una higiene bucal adecuada tiene una importancia vital; esto incluye cepillarse los dientes con regularidad y usar hilo dental.

Antes de cualquier procedimiento que pueda poner en riesgo a su hijo(a) (como los mencionados antes en “Causas de la infección”), se le administrará una dosis de antibiótico. En la mayoría de los casos, los antibióticos se pueden administrar mediante pastillas en lugar de tener que usar una inyección o una vía intravenosa. El dentista, el pediatra o el cardiólogo de su hijo(a) pueden proporcionarle la receta para el antibiótico.

Tratamiento de la endocarditis bacteriana

El médico de su hijo(a) diseñará un plan de tratamiento en función de los siguientes factores:

  • La edad, el estado de salud general y los antecedentes médicos de su hijo(a).
  • El grado de infección.
  • Qué bacteria causó la infección.
  • La tolerancia de su hijo(a) a medicamentos, terapias o procedimientos específicos.
  • Las expectativas sobre la evolución de la infección.
  • Lo que usted opine o prefiera.

La endocarditis bacteriana es una enfermedad grave. Esta infección puede causar lesiones graves en el revestimiento interno del corazón y en las válvulas cardiacas. En la mayoría de los casos, puede tratarse con antibióticos fuertes que se administran por vía intravenosa durante varias semanas. Sin embargo, puede producirse un daño cardiaco antes de que se logre controlar la infección. Hable con el médico de su hijo(a) para obtener más información.

Last Updated 07/2025