¿Qué son la atresia y la estenosis intestinal?
Atresia intestinal es un término general que se usa para describir un bloqueo u obstrucción total en cualquier parte del intestino. El término estenosis se refiere a una obstrucción parcial que tiene como resultado el estrechamiento de la abertura (lumen) del intestino. Aunque estas obstrucciones pueden afectar cualquier parte del tubo digestivo, el intestino delgado es el órgano que se ve afectado con mayor frecuencia.
La frecuencia, los síntomas y los métodos de diagnóstico difieren según el lugar donde se encuentre la obstrucción. Sin embargo, los niños con cualquier tipo de atresia intestinal necesitan una cirugía.
¿Cuáles son los tipos de atresia intestinal?
Atresia pilórica
La atresia pilórica es una obstrucción del orificio pilórico, que es el conducto que conecta el estómago con la primera parte del intestino delgado (duodeno). Es muy poco frecuente y tiende a ser hereditaria. Los niños vomitan el contenido del estómago y, debido a la acumulación de contenido intestinal y gases, presentan distensión (inflamación) en la parte superior del abdomen. En las radiografías abdominales, se observa el estómago lleno de aire, pero nada de aire en el resto del tubo digestivo.

Atresia duodenal
El duodeno es la primera parte del intestino delgado que recibe el contenido que sale del estómago. La atresia duodenal se da en uno de cada 2,500 recién nacidos vivos. La mitad de los bebés que tienen esta afección nacen de forma prematura, y aproximadamente dos tercios presentan anomalías asociadas en el corazón, en el aparato genitourinario o en el tubo digestivo. Casi un 40 % tiene síndrome de Down. Los bebés con atresia duodenal suelen vomitar dentro de unas horas después de nacer y pueden tener distensión en el abdomen. Las radiografías abdominales muestran un estómago y duodeno grandes y dilatados, sin presencia de gas en el resto del tubo digestivo.

Atresia yeyunoileal
La atresia yeyunoileal es una obstrucción en la región media (yeyuno) o la región inferior (íleon) del intestino delgado. El segmento del intestino que está justo antes de la obstrucción se distiende (agranda) de manera considerable, lo que limita su capacidad para absorber nutrientes y desplazar su contenido a través del tubo digestivo. En alrededor del 10 % al 15 % de los bebés con atresia yeyunoileal, parte del intestino muere durante el desarrollo del feto. Muchos bebés con esta afección también tienen anomalías de rotación y fijación intestinal.
La fibrosis quística (enlace solo disponible en inglés) es un trastorno asociado que puede complicar seriamente el manejo de la atresia yeyunoileal. Se debe hacer una prueba de detección de fibrosis quística a todos los bebés con atresia yeyunoileal.

Tipos de atresia yeyunoileal:
- Atresia tipo I: La obstrucción se produce debido a una membrana (red) que está presente en la parte interna del intestino. Por lo general, el intestino se desarrolla hasta una longitud normal.
- Atresia tipo II: El intestino dilatado termina en un extremo cerrado. Está conectado a un segmento más pequeño del intestino por una cicatriz fibrosa. El intestino se desarrolla hasta una longitud normal.
- Atresia tipos IIIa y IIIb: Los extremos cerrados del intestino están separados por un defecto en el suministro de sangre al intestino. Por lo general, esto puede provocar que el intestino tenga una longitud muy corta, lo que puede tener como resultado deficiencias nutricionales crónicas o síndrome del intestino corto.
- Atresia tipo IV: Hay obstrucciones en varias zonas. Esto puede causar una longitud muy corta de intestino útil.
Los bebés que tienen atresia yeyunoileal, sin importar el subtipo, suelen vomitar bilis verde dentro de las primeras 24 horas de vida. Sin embargo, los que tienen obstrucciones más abajo en el intestino podrían no vomitar hasta dos o tres días más tarde. A menudo, los bebés presentan un abdomen inflamado (distendido) y podrían no defecar (como se espera normalmente) durante el primer día de vida. Teniendo en cuenta la edad del paciente y los síntomas, el diagnóstico suele confirmarse con una radiografía abdominal.
Atresia colónica
Esta forma rara representa menos del 15 % de todas las atresias intestinales. El intestino se agranda (dilata) de manera considerable, y el paciente tiene signos y síntomas similares a los asociados con la atresia yeyunoileal. La atresia colónica puede presentarse junto con la atresia del intestino delgado, la enfermedad de Hirschprung o la gastrosquisis. El diagnóstico se confirma mediante una radiografía abdominal, junto con una radiografía con enema de contraste.
¿Cómo se diagnostican la atresia y la estenosis intestinal?
Cada vez más, las obstrucciones intestinales se identifican por medio de las ecografías prenatales. Estas imágenes suelen mostrar exceso de líquido amniótico (polihidramnios) cuando el intestino no absorbe el líquido de manera correcta.
Si su médico considera que puede haber una atresia o estenosis intestinal después del nacimiento, se llevarán a cabo los siguientes procedimientos de diagnóstico una vez que hayan estabilizado a su bebé:
- Radiografía abdominal: En la mayoría de los casos, este estudio es suficiente para establecer el diagnóstico.
- Enema de contraste: En este procedimiento, se examina el recto, el intestino grueso y la parte inferior del intestino delgado. Se introduce un agente de contraste para radiografía en el recto en forma de enema; este recubre el interior de los intestinos, lo que permite que se vean en la radiografía. La radiografía abdominal puede mostrar el ancho (calibre) del intestino, las zonas estrechadas (estenosis), las obstrucciones y otros problemas.
- Estudio del tubo digestivo superior: Este procedimiento examina los órganos de la parte superior del sistema digestivo. Es útil cuando hay una obstrucción en la parte superior del intestino (atresia pilórica o duodenal). Se administra una solución de contraste líquida, que se ve bien en las radiografías, por la boca o mediante una pequeña sonda que va desde la boca o la nariz hasta el estómago. Luego, se hacen radiografías para evaluar los órganos del sistema digestivo.
- Ecografía abdominal: Es una técnica de obtención de imágenes que se usa para ver el funcionamiento de los órganos internos y evaluar el flujo de sangre por varios vasos. Se aplica gel sobre el abdomen y se pasa un dispositivo especial, llamado transductor, por la piel. El transductor envía ondas de sonido al cuerpo que rebotan en los órganos; estas ondas vuelven a la máquina de ecografía y generan una imagen en el monitor. También toma una imagen o grabación en video de la prueba para revisarla más adelante.
Además, debido al alto porcentaje de bebés que nacen con atresia intestinal y que también tienen anomalías asociadas que pueden poner en riesgo la vida, podrían hacerse ecocardiogramas (enlace solo disponible en inglés) y otros estudios por imágenes de las regiones cardiaca y renal una vez que hayan estabilizado al bebé.
¿Cómo se tratan la atresia y la estenosis intestinal?
Los niños con atresia y estenosis intestinal necesitan una cirugía, y el tipo de procedimiento dependerá de la ubicación de la obstrucción.
Antes de la cirugía, es necesario estabilizar a los bebés. El exceso de contenido intestinal y los gases que contribuyen a la inflamación abdominal (distensión) se extraen mediante una sonda que se coloca en el estómago a través de la boca o la nariz. Eliminar el aire y los líquidos del tubo digestivo puede prevenir los vómitos y la aspiración (atragantamiento) y reducir el riesgo de perforación intestinal. También brinda a los bebés cierto alivio al reducir la inflamación abdominal. Se administran líquidos por vía intravenosa para reponer los electrolitos esenciales (minerales y sales que están en el cuerpo y el torrente sanguíneo) y los líquidos que se perdieron al vomitar. Una vez que se estabilizó al bebé, se hace la cirugía para reparar la obstrucción.
Atresia pilórica
Se abre la obstrucción pilórica y se repara el conducto hacia el estómago. La tasa de éxito de esta operación es excelente. En general, la duración de la hospitalización es de una a tres semanas. Sin embargo, como sucede con todos los tipos de atresias intestinales, la hospitalización será más prolongada en el caso de los bebés prematuros.
Atresia y estenosis duodenal
Para tratar la atresia y la estenosis duodenal, se conecta el segmento obstruido del duodeno a la parte del duodeno que está justo después de la obstrucción. Además, podría colocarse temporalmente una sonda a través de una abertura quirúrgica en la pared abdominal (gastrostomía) para drenar el estómago y proteger las vías respiratorias. Si es necesario, esta sonda también se puede usar para alimentar al niño. Los padres pueden esperar que su hijo(a) pase entre una y varias semanas en el hospital, hasta que sea capaz de obtener suficientes nutrientes a través de la alimentación.
Atresia y estenosis yeyunoileal
En los casos de atresia yeyunoileal, el tipo de cirugía depende del tipo de atresia, la cantidad de intestino presente y el grado de dilatación intestinal. En la operación más común, se extraen los segmentos intestinales cerrados, y los extremos restantes se unen con puntos de sutura. De modo similar, se puede retirar un segmento estrechado (con estenosis) del intestino y coser el intestino para volver a unirlo.
Atresia colónica
Los bebés con atresia colónica pueden requerir la extirpación del colon agrandado (dilatado) y una colostomía temporal (enlace solo disponible en inglés). Con menor frecuencia, los extremos del colon se cosen entre sí.
Bebés con atresia y estenosis intestinal
El manejo para los bebés con atresia se hace con una sonda nasogástrica, que se deja colocada hasta que recuperan la función intestinal. Este periodo puede variar entre algunos días y varias semanas. Durante el periodo de inactividad intestinal, la alimentación se administra por vía intravenosa. Una vez que se normaliza la función intestinal, la alimentación se administra por la boca o mediante una sonda de alimentación.
¿Cuál es el pronóstico a largo plazo para la atresia y la estenosis intestinal?
Los niños a los que se les hace una cirugía por atresia intestinal deben recibir un seguimiento periódico para asegurarse de que su crecimiento, desarrollo y nutrición sean adecuados.
La evolución de los bebés depende principalmente de si tienen una anomalía asociada y de si conservan una longitud suficiente de intestino. En general, la mayoría de los bebés evoluciona bien. Las complicaciones después de la cirugía son raras, pero pueden ocurrir. Poco después de la cirugía, el contenido del intestino podría filtrarse por la línea de sutura donde se cosieron los extremos del intestino. Esto puede causar una infección dentro de la cavidad abdominal y requerir otras cirugías. Las complicaciones que pueden darse más adelante incluyen síndromes de malabsorción, obstrucción funcional debido a un segmento intestinal agrandado y paralizado, o síndrome de intestino corto (enlace solo disponible en inglés).



