Colitis ulcerosa
La colitis ulcerosa es una de las enfermedades conocidas como enfermedad intestinal inflamatoria. En la colitis ulcerosa, el revestimiento interno del intestino grueso (colon) y del recto se inflama (se irrita o tiene heridas y se hincha). El colon presenta úlceras, lo que provoca sangrado.
Esta enfermedad puede afectar todo el colon, pero generalmente se presenta en el recto y en la parte inferior del colon. La inflamación por colitis ulcerosa puede causar que el colon se vacíe con frecuencia, lo que provoca diarrea.

Alrededor de 1.4 millones de estadounidenses tienen una enfermedad intestinal inflamatoria y esto es más frecuente en la población de raza blanca. Las personas de todos los grupos etarios pueden presentar colitis ulcerosa, pero suele aparecer entre los 15 y los 30 años. Esta enfermedad afecta a mujeres y a hombres por igual.
Causas de la colitis ulcerosa
No se sabe con certeza cuáles son las causas de la colitis ulcerosa, pero hay muchas teorías. Según una teoría, se produce por la reacción del sistema inmunitario (que combate las infecciones) a un virus o una bacteria. Esta reacción no puede detenerse y provoca una inflamación crónica (continua) en los intestinos.
Se ha comprobado que las personas con colitis ulcerosa tienen problemas en el sistema inmunitario. No se sabe si estos problemas son la causa de la enfermedad o un resultado de esta. Hay pocas pruebas de que la colitis ulcerosa esté relacionada con la angustia emocional o alergias a determinados alimentos.
Síntomas de la colitis ulcerosa
Los síntomas más frecuentes de la colitis ulcerosa son dolor de estómago y diarrea (deposiciones blandas) con sangre. Otros síntomas pueden ser los siguientes:
- Sangrado del recto (sangre en las deposiciones)
- Fatiga (cansancio)
- Pérdida de apetito
- Pérdida de peso
- Problemas en la piel
- Dolor en las articulaciones
Diagnóstico de la colitis ulcerosa
Para diagnosticar la colitis ulcerosa, se utilizan los antecedentes médicos completos, un examen físico y pruebas médicas. La principal meta de las pruebas es asegurarse de que la enfermedad sea colitis ulcerosa y no algún otro tipo de enfermedad que provoque diarrea.
Las pruebas para detectar la colitis ulcerosa incluyen las siguientes:
- Análisis de sangre para detectar anemia (conteo bajo de glóbulos rojos), lo que puede indicar que hay sangrado en el colon o en el recto. Los análisis también pueden demostrar si hay un aumento de glóbulos blancos, que podría significar que hay una inflamación en alguna parte del cuerpo.
- Cultivos de heces para determinar si hay una infección por parásitos, virus o bacterias. Las heces también se pueden analizar para detectar sangre oculta que no se ve a simple vista.
- Una sigmoidoscopia es una prueba en la que se usa una sonda flexible que tiene una luz y una cámara en el extremo y que se inserta por el recto hasta llegar a la parte inferior del colon (colon sigmoide). Esto permite al médico observar la inflamación en el revestimiento del recto y la parte inferior del colon.
- Una colonoscopia es una prueba en la que se usa una sonda larga y flexible con una luz y una cámara en el extremo. Permite que el médico examine el revestimiento de todo el colon.
- Una biopsia es un procedimiento en el que se extrae una muestra de tejido para analizarla en un laboratorio. En el caso de la colitis ulcerosa, la muestra de biopsia (trozo pequeño de tejido del revestimiento del intestino grueso) suele extraerse durante una sigmoidoscopia o una colonoscopia.
- Un tránsito gastroduodenal es un procedimiento en el que se examina el estómago y el intestino delgado. El paciente debe tragar un contraste de bario, que luego se sigue mediante radiografías mientras se desplaza por los intestinos.
- Una tomografía computarizada es un estudio en el que se usan rayos X para tomar imágenes del interior del cuerpo. Permite que los médicos examinen todo el intestino para detectar engrosamiento o inflamación.
- Una resonancia magnética es un estudio en el que se toman imágenes de todo el cuerpo, pero sin usar radiación. También permite que los médicos examinen todo el intestino para detectar engrosamiento o inflamación.
Tratamiento para la colitis ulcerosa
El tratamiento para la colitis ulcerosa varía según cada niño. Lo que le funciona a un paciente quizás no le funcione a otro. El tratamiento depende de muchos factores:
- La salud del niño
- Qué partes del colon están inflamadas
- Qué medicamentos puede tomar el niño o qué procedimientos pueden hacerse
La meta del tratamiento es:
- controlar los síntomas
- lograr que la enfermedad entre en remisión (se vuelva inactiva)
- ayudar a mantener la enfermedad en remisión
- mejorar la calidad de vida
- Algunos pacientes logran la remisión (es decir, los síntomas de la colitis ulcerosa desaparecen). No obstante, es normal que los síntomas regresen (un “brote”).
Medicamentos
Se pueden administrar distintos tipos de medicamentos para ayudar a controlar los síntomas de la colitis ulcerosa. Estos ayudan a reducir la inflamación del revestimiento del colon.
Los antiinflamatorios (aminosalicilatos [aminosalicylates] o fármacos 5-ASA) se suelen usar para tratar síntomas leves o moderados. Algunos ejemplos son Asacol HD, Pentasa, Lialda, Apriso y Colazal.
Los corticoesteroides, como la prednisona (prednisone), ayudan a los pacientes que tienen síntomas moderados o graves a lograr la remisión. Sin embargo, no es conveniente usar estos fármacos por mucho tiempo debido a sus efectos secundarios.
Los fármacos que inhiben o atenúan el sistema inmunitario (inmunomoduladores) se utilizan para ayudar a los pacientes con colitis ulcerosa moderada o grave a mantenerse en remisión. Algunos ejemplos son Imuran (azatioprina [azathioprine]), Purinethol (6-MP) y metotrexato (methotrexate).
Los antibióticos también se pueden usar para tratar las bacterias presentes en el intestino delgado que prolongan la inflamación. Algunos ejemplos son Flagyl (metronidazol [metronidazole]), Cipro (ciprofloxacina [ciprofloxacin]) y rifaximina (rifaximin).
Los productos biológicos son fármacos más nuevos aprobados por la Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos para tratar la colitis ulcerosa moderada o grave que no responde a otros medicamentos. Estos medicamentos se administran a través de una vena (por vía intravenosa) o mediante una inyección.
Cirugía
Entre el 70 % y el 80 % de los niños con colitis ulcerosa responden bien a los medicamentos y a un plan de alimentación personalizado. El resto podría necesitar cirugía para aliviar los síntomas. El tipo más frecuente de cirugía se denomina “proctocolectomía total laparoscópica con reconstrucción del reservorio en J”.
Al ser laparoscópica, la cirugía es mínimamente invasiva, ya que el cirujano realiza pequeñas incisiones en el abdomen en lugar de hacer una incisión abierta y grande.
Una proctocolectomía total significa que el cirujano extirpa todo el colon afectado.
La reconstrucción del reservorio en J quiere decir que el cirujano utiliza una pequeña sección del intestino delgado para formar un reservorio en forma de J. Este reservorio, que permanece en el interior del cuerpo, permite que el cuerpo almacene y evacúe las heces por el recto.
La mayoría de los pacientes que se someten a una proctocolectomía total laparoscópica con reconstrucción del reservorio en J tienen dos cirugías separadas. En la primera, el cirujano hace una ileostomía temporal (abertura en el abdomen). El cirujano pasa el extremo del intestino delgado por esa abertura y las heces se recolectan en una bolsa fuera del cuerpo de su hijo(a). Esto permite que la zona del reservorio en J tenga tiempo para sanarse.
Dos o tres meses después, el cirujano hará una segunda cirugía para retirar la ileostomía temporal y volverá a conectar el intestino delgado con el recto. Esta cirugía le permite al niño defecar nuevamente de manera normal.
La proctocolectomía total laparoscópica con reconstrucción del reservorio en J se considera una cirugía mayor. Debido a que implica extraer el colon, donde “vive” la colitis ulcerosa, esta cirugía es esencialmente una cura para la enfermedad. Los pacientes pueden tener una vida normal y activa después de la cirugía.



