Es posible que el dolor en los pezones sea el problema más común que tienen las madres que amamantan.
Puede haber muchas causas diferentes para los pezones doloridos. El tratamiento depende de la causa, y es importante saber cuál es el problema. Una asesora en lactancia certificada (IBCLC) o un profesional de la salud con capacitación en apoyo para la lactancia puede ayudarla.
Alimentar al bebé dándole leche en el pecho no debería doler, y la piel en el pezón no debería lastimarse. Puede ser normal algo de molestia y sensibilidad en las primeras dos semanas. Las molestias que se sienten al comienzo deberían mejorar. El dolor en los pezones puede deberse a que el bebé se prende mal al pecho o a que no está succionando correctamente. La forma de la boca del bebé puede afectar la manera en que succiona.
Algunas mamás pueden comenzar a sentir una sensación de hormigueo en los pezones y en el pecho después de un par de semanas. Se le llama el “reflejo de eyección” o “bajada de la leche”. Es normal, pero no todas las mujeres que amamantan lo sienten. No se preocupe si no tiene esa sensación. La “bajada de la leche” es cuando la leche sale más rápido y podrá oír cómo su bebé traga con más frecuencia. Eso puede ocurrir algunas veces durante la sesión de amamantamiento.