¿Qué es la pancreatitis crónica?

La pancreatitis crónica es la inflamación del páncreas que empeora con el tiempo. Provoca cicatrices y daño permanente en el páncreas.

El páncreas es una glándula de gran tamaño que está detrás del estómago y que produce enzimas (jugos digestivos) que se desplazan por la parte superior del tubo digestivo para ayudar a digerir los alimentos.

Cuando el páncreas está sano, las enzimas no se activan hasta que llegan a la parte superior del tubo digestivo. Sin embargo, si el páncreas está inflamado, las enzimas se activan cuando aún están en el páncreas y comienzan a atacar los tejidos internos de este órgano. Los tejidos se dañan y no pueden producir enzimas nuevas. Con el tiempo, los tejidos se cicatrizan y disminuye el tamaño del páncreas. Cuando esto sucede, el páncreas no puede producir las enzimas suficientes que se necesitan para la digestión.

Con el paso del tiempo, el daño en los tejidos se vuelve permanente. Se deteriora la capacidad de digerir los alimentos y el páncreas no puede producir las enzimas suficientes para controlar el nivel de azúcar en la sangre. En este punto, la pancreatitis se considera crónica.

¿Qué tan frecuente es la pancreatitis crónica?

La pancreatitis crónica es muy poco frecuente en los niños. Se puede diagnosticar a cualquier edad, pero se presenta con más frecuencia después de los 10 años. Los especialistas pediátricos de Cincinnati Children’s atienden a pacientes con pancreatitis crónica de tres años de edad en adelante.

¿Cuáles son las causas de la pancreatitis crónica?

Algunas de las causas de la pancreatitis crónica en los niños son las siguientes:

• Cálculos biliares o una obstrucción en el conducto pancreático
• Una anomalía metabólica, como niveles altos de calcio en la sangre
• Causas hereditarias o genéticas (se transmite en la familia)
• Traumatismo en el páncreas

Otras causas pueden ser medicamentos, una infección u otra enfermedad, como la fibrosis quística. No obstante, en muchos casos, se desconoce la causa de la pancreatitis crónica en los niños.

Problemas asociados a la pancreatitis crónica

El principal problema para las personas con pancreatitis crónica es el dolor crónico. Además, la pancreatitis crónica puede causar complicaciones graves, por ejemplo:

• Deshidratación o presión arterial baja
• Sangrado, daño en los tejidos e infección
• Acumulación de líquido en algunas cavidades (seudoquistes) en el páncreas, que pueden causar vómitos y fiebre
• Daños en el corazón, los pulmones, los riñones u otros órganos cuando las enzimas digestivas y las toxinas entran al torrente sanguíneo
• Diabetes mellitus causada por la pérdida del tejido y las células del páncreas que producen insulina
• Incapacidad de absorber la grasa en el cuerpo, lo que produce heces grasosas por la falta de enzimas digestivas
• Diarrea, dolor en el abdomen, hinchazón y distensión abdominal

Signos y síntomas

La pancreatitis crónica comienza con muchos episodios de pancreatitis aguda. Durante estos episodios, suele haber dolor intenso en la parte superior del abdomen, vómitos y náuseas.

El síntoma más frecuente de la pancreatitis crónica es un dolor en la parte superior del abdomen que es mucho peor que un dolor abdominal típico. El niño quizá describa el dolor como intenso o tenga dificultad para ponerse de pie o sentarse erguido. El dolor puede ser constante, puede aparecer y desaparecer y puede empeorar después de comer, en especial alimentos que tienen un alto contenido de grasas.

Otro síntoma frecuente es la pérdida de peso. En parte, esto se debe a que el paciente no puede absorber los nutrientes. En algunos casos, los niños evitan comer porque eso agrava los síntomas dolorosos. En ocasiones, la pancreatitis puede causar falta de apetito, lo que provoca pérdida de peso.

Otros síntomas de la pancreatitis crónica son los siguientes:

• Náuseas
• Vómitos (de color amarillento, verdoso o marrón)
• Diarrea y heces grasosas
• Dificultad para digerir los alimentos y problemas de crecimiento
• Diabetes mellitus
• Ictericia (coloración amarillenta de la piel)
• Dolor de espalda o en el hombro izquierdo en algunos casos

Diagnóstico de la pancreatitis crónica

Dado que los síntomas de la pancreatitis crónica se parecen a los de otras enfermedades, puede ser difícil diagnosticarla. A veces, la pancreatitis se diagnostica de manera errónea como estreñimiento, acidez estomacal, enfermedad intestinal inflamatoria o síndrome del intestino irritable.

Para diagnosticar la pancreatitis crónica, el médico hará un examen físico exhaustivo y preguntas sobre los antecedentes médicos del niño. Las pruebas pueden incluir las siguientes:

• Análisis de sangre para controlar el funcionamiento del páncreas, medir los niveles de las enzimas pancreáticas (para ver si son altos) y verificar la producción de insulina
• Una colangiopancreatografía retrógrada endoscópica (CPRE), un procedimiento de diagnóstico por imágenes para examinar el intestino delgado, el conducto pancreático y otras partes del tubo digestivo
• Una tomografía computarizada del abdomen, en la que se usan rayos X y tecnología informática para revelar signos de daño en el páncreas
• Una resonancia magnética, que puede mostrar anomalías en el conducto pancreático
• Pruebas de la materia fecal
• Pruebas genéticas que permiten identificar una posible causa hereditaria (que se transmite de los padres a los hijos)

Tratamiento para la pancreatitis crónica

La pancreatitis crónica no tiene cura, pero el tratamiento puede aliviar los síntomas y mejorar la calidad de vida del niño. Es importante tratar esta enfermedad lo antes posible porque los episodios repetidos de inflamación pueden causar daños permanentes. Las opciones de tratamiento son:

• Tomar enzimas pancreáticas para facilitar la digestión de los nutrientes.
• Seguir una dieta especial o tomar vitaminas para mejorar la capacidad del organismo de absorber determinados nutrientes.
• Extirpar mediante una cirugía la vesícula biliar o el páncreas.
• Tomar medicamentos para corregir un desequilibrio metabólico.
• Hacer una colangiopancreatografía retrógrada endoscópica (CPRE) para abrir la obstrucción que causa la pancreatitis.

Pancreatectomía total y autotrasplante de células de los islotes

En casos poco frecuentes, podría tener que hacerse una cirugía llamada pancreatectomía total y autotrasplante de células de los islotes. Este procedimiento implica extirpar todo el páncreas y reconstruir el tubo digestivo. Después de que se extirpa el páncreas, se lo lleva a un laboratorio especial donde se extraen las células de los islotes. Estas células son responsables de producir insulina y otras hormonas. Luego, las células de los islotes se trasplantan al cuerpo del paciente, donde siguen cumpliendo las funciones esenciales del páncreas.

Aunque esta es una cirugía compleja, la operación puede cambiar la vida de los pacientes que no obtuvieron un alivio de los síntomas dolorosos de la pancreatitis con intervenciones anteriores.

Manejo del dolor

La pancreatitis crónica puede provocar dolor intenso en la parte superior del abdomen. Reducir al mínimo este dolor y ayudar a su hijo(a) a sobrellevarlo es primordial. Un especialista en dolor pediátrico puede ofrecer medicamentos y estrategias para ayudar a su hijo(a) con los síntomas dolorosos y reducir el uso de opioides. Un psicólogo especializado en el manejo del dolor también puede enseñarle estrategias de afrontamiento para sobrellevar el dolor.

Obtenga más información sobre el equipo de Manejo del Dolor (Pain Management) de Cincinnati Children’s..

Pronóstico para las personas con pancreatitis crónica

No todos los niños que tienen episodios agudos de pancreatitis tendrán pancreatitis crónica, pero algunos sí.

Lamentablemente, la pancreatitis crónica es una afección de por vida, aunque los síntomas a veces aparecen y desaparecen. Los pacientes deben consultar a su médico con frecuencia para que evalúe su afección, se asegure de que estén recibiendo suficientes nutrientes y analice las opciones de tratamiento. El médico indicará análisis endocrinológicos de forma periódica para detectar posibles problemas relacionados con la tolerancia a la glucosa o la diabetes.

Los niños con pancreatitis crónica pueden correr un mayor riesgo de tener cáncer de páncreas. El grado de riesgo depende de la causa subyacente de la pancreatitis, los antecedentes familiares y el tipo de afectación genética.