Hay varios tipos diferentes de uveítis. Los tipos de uveítis reciben el nombre según la parte del ojo afectada.
Uveítis anterior Inflamación del iris
y/o cuerpo ciliar. También se conoce como iritis o iridociclitis.
Uveítis intermedia
Inflamación del cuerpo
ciliar, que se puede extender al humor vítreo que está cerca. Este tipo de
uveítis también se conoce como pars planitis.
Uveítis posterior
Inflamación de la
coroides, que se puede extender a la retina y/o al humor vítreo que están
cerca.
Panuveítis o uveítis
difusa
Inflamación de todas
las partes del tracto uveal.
Los tipos de uveítis que se
mencionaron también se pueden describir como granulomatosas o no
granulomatosas. Los granulomas hacen referencia al tipo de células
inflamatorias presentes. Estas células se pueden identificar con un examen de
los ojos realizado por su oftalmólogo (médico de los ojos), o mediante una
biopsia del tejido en el ojo.
Signos y síntomas de la uveítis
Los síntomas de la uveítis pueden variar dependiendo del tipo de uveítis. Algunas formas de uveítis no tienen síntomas. Otras formas de uveítis pueden tener síntomas que incluyen dolor, enrojecimiento y sensibilidad a la luz. También pueden ocurrir manchas flotantes y una disminución de la visión.
Causas de la uveítis
Uveítis y artritis idiopática juvenil
La uveítis asociada
con la artritis idiopática juvenil (AIJ) es una uveítis anterior que no tiene
síntomas al comienzo. Este tipo de uveítis es más común en:
- pacientes
con un resultado positivo en una prueba de anticuerpos antinucleares (ANA, en
inglés)
- pacientes
cuya edad al comienzo de la AIJ es menos de 6 años
- pacientes
con una forma oligoarticular de artritis idiopática juvenil
Sin embargo, todas las
personas con AIJ necesitan realizar exámenes periódicos de los ojos con lámpara
de hendidura para controlar que no haya uveítis. La inflamación del ojo también
puede ocurrir cuando la enfermedad en las articulaciones está inactiva. La
frecuencia de los exámenes de ojos dependerá del riesgo de su hijo/a de
desarrollar problemas en los ojos. Su médico le dirá la frecuencia con la que
debe hacerse exámenes en los ojos.
Diagnóstico de la uveítis
La uveítis se
diagnostica con un examen con lámpara de hendidura. El examen con lámpara de
hendidura es una prueba muy rápida, fácil e indolora. Se hace encendiendo una lámpara
a través de un microscopio para ver si hay inflamación en el ojo.
Si se diagnostica uveítis a su hijo/a, es probable que el médico de los ojos
(oftalmólogo) le recomiende más exámenes para buscar la causa de la uveítis de
su hijo/a. Las pruebas exactas que se ordenan dependen de la parte del ojo que
está inflamada y de si la inflamación es granulomatosa o no granulomatosa. El
oftalmólogo de su hijo/a puede recomendar que su hijo/a sea evaluado/a por un
reumatólogo para buscar una enfermedad autoinmune asociada.
De la misma manera, si se diagnostica a su hijo/a una enfermedad autoinmune que
puede estar asociada con uveítis, como artritis idiopática juvenil o
sarcoidosis, el reumatólogo de su hijo/a recomendará un examen hecho por un
oftalmólogo para controlar si hay uveítis.
Los reumatólogos y los oftalmólogos con frecuencia trabajan juntos para
determinar el mejor tratamiento para su hijo/a.
Tratamiento para la uveítis
El tratamiento para la
uveítis depende del tipo que se considere. La uveítis causada por una infección
puede requerir antibióticos o incluso puede mejorar por sí sola. La uveítis de
causa desconocida o que está asociada con una enfermedad autoinmune
generalmente requiere tratamiento con medicamentos. Los medicamentos para
tratar la inflamación se pueden dar localmente en el ojo o se pueden dar
sistémicamente vía oral o mediante inyección.
Generalmente se intenta primero un tratamiento local con gotas para los ojos.
Se pueden usar varios tipos de gotas para los ojos. Normalmente se usan para el
tratamiento gotas de ojos con esteroides. Los esteroides ayudan a reducir la
inflamación. Dependiendo de cuánta inflamación haya, puede ser necesario usar
las gotas para ojos con esteroides varias veces al día. Las gotas que dilatan
el ojo también son una parte importante del tratamiento. Estas gotas para
dilatar ayudan a evitar que se formen adherencias. Las adherencias son como
bandas de tejido de cicatrización que pueden ocurrir como resultado de
inflamación. Si hay adherencias, pueden impedir que la pupila se haga más
grande o más pequeña.
Las gotas para ojos con esteroides funcionan mejor para la uveítis anterior o
la inflamación en la parte de adelante del ojo. No funcionan tan bien para el
tratamiento de la uveítis intermedia o posterior (inflamación en la parte media
o trasera del ojo). Es difícil que las gotas lleguen a la parte más profunda
del ojo. Por eso se puede usar una inyección local (en el ojo) de esteroides
para tratar la uveítis intermedia o posterior.
Si el tratamiento local no es eficaz, entonces su médico oftalmólogo puede
recomendar un tratamiento sistémico. El tratamiento sistémico es un medicamento
que se administra vía oral, mediante inyección o infusión que viaja a través de
todo el cuerpo. Esta terapia generalmente es manejada por un reumatólogo y no
por un oftalmólogo. Los reumatólogos son médicos que se especializan en el
tratamiento de diferentes tipos de inflamación.
El tratamiento generalmente consiste en medicamentos antiinflamatorios más
fuertes. Las opciones de medicamentos pueden variar. Esto se hablará con usted
y su hijo/a y el médico para determinar la mejor opción para su hijo/a.
Complicaciones de la uveítis
Las complicaciones
pueden variar de un niño a otro. Algunos niños pueden no tener ninguna complicación.
Las complicaciones pueden ocurrir debido a inflamación, o a veces debido a los
medicamentos. La siguiente es una lista de posibles complicaciones que pueden
ocurrir.
- Cataratas
(enturbiamiento del cristalino en el ojo)
- Glaucoma
(presión alta en el ojo)
- Sinequias
posteriores (adherencias o bandas de tejido de cicatrización)
Todas las complicaciones
podrían causar pérdida visual. El médico de los ojos (oftalmólogo) de su hijo/a
monitoreará con cuidado la posibilidad de que haya problemas. Si ocurren
complicaciones, hay diferentes tratamientos disponibles. Si su hijo/a
desarrolla complicaciones, el médico puede recomendar cambios en el plan de
tratamiento.